lunes, 24 de octubre de 2011

playlist del ama de casa...


Playlist >>
1. Para lavar trastes... Celia Cruz - Yo Vivire  
2. Para lavar y/o doblar ropa…Gorillaz - Clint Eastwood
3. Para barrer (usar la escoba como micrófono)… Sinfonía agridulce - The bitter sweet symphony
4. Para sacudir (favor de seguir el ritmo)… Mano Negra - le bruit du frigo, letter to the censors ´91 y 5. Lykke Li - Dance Dance Dance
6. Al reorganizar cajones que parecen interminables… The Clash - Should I Stay Or Should I Go
7. Para acompañar su taza de té, una vez terminado el quehacer y mientras contempla su casa limpia… Steel Pulse - You Can't Always Get What You Want

martes, 18 de octubre de 2011

CHINO ESTRATEGIAS DE APRENDIZAJE


¿Fascinado por estos simbolitos? Son muchos los que se han lanzado al aprendizaje del chino y muchos más los que lo harán en los próximos años. Un idioma que conjuga dos factores difíciles de ver en otras lenguas: por un lado, un aspecto místico e indescifrable, el de esos caracteres que se han mantenido casi inalterables durante miles de años; por otro, una utilidad práctica innegable, con unos 1.300 millones de persones capaces de comunicarse en esta lengua.
Antes de contar mi experiencia, un par de notas. Primero, yo soy lo que se dice un pragmático de los idiomas. No me gusta estudiarlos, me gusta hablarlos y entenderlos. Mi objetivo cuando comencé a estudiar chino no era desentrañar el origen de los caracteres chinos, sino poder ver películas, hablar con la gente y leer novelas.
Segundo, este texto está enfocado a aquellos que quieren aprender chino de verdad, en un nivel cercano al de un nativo. Si lo único que pretendes es poder defenderte en chino y comunicarte para necesidades básicas, seguramente muchas de las cosas de este artículo no te serán útiles.
Tercero, este post está enfocado a todos aquellos occidentales y especialmente hispanohablantes que quieren aprender chino, así que me basaré en nuestra lengua y en otras cercanas para poner ejemplos.
Como una de las preguntas más recurrentes de todo el mundo suele ser sobre la dificultad de este idioma, voy a estructurar el post basándome en los aspectos más complicados de esta lengua. Así aprovecharé también para cubrir la mayoría de características del chino. Empecemos por lo más fácil:

1- Gramática (语法)

Nada es tan gratificante en el chino como asistir a clases de gramática, sobre todo para aquellos acostumbrados a las lenguas latinas. El chino no tiene conjugaciones verbales, masculinos-femeninos ni singular-plural. En comparación con nuestra lengua, el chino es algo tal que así: “Yo comer. Tu comer. Ellos ayer comer. Mañana vosotros comer”.
Lo que es más fácil para los hispanohablantes es precisamente lo más difícil para los chinos que quieren aprender español. Explicar la diferencia entre un pasado imperfecto y un perfecto simple a un chino es casi una misión para Tom Cruise. Poder dominar los subjuntivos, condicionales e imperativos está sólo al alcance de los más avanzados.
Aún así, en la gramática china hay varias cosas complicadas. Primero, las partículas que sirven para indicar aspectos o tiempos verbales  (了,过,来,出), que tienen numerosas reglas y son difíciles de dominar por completo. Después de muchos años de estudio, es muy probable que todavía no tengas claro en qué lugar exacto de la frase se colocan.
Segundo, los clasificadores, unas partículas que se sitúan delante de los sustantivos y que varían según el tipo de objeto del que estemos hablando. Así, para decir un libro, una botella o un río, en medio se colocará un carácter que se conoce como clasificador y que es distinto para cada caso (本,瓶, 条). Más que un aspecto gramatical, se podría decir que es un problema de vocabulario, donde la única solución es memorizar los que utilizas más frecuentemente.
Si has tomado alguna vez clases de chino, te habrás dado cuenta de que en las lecciones de gramática prácticamente sólo se aprenden estructuras. En cierto sentido es muy sencillo, pero tener estas estructuras claras es fundamental:en artículos complejos, en ocasiones es complicado sacarle sentido a la frase o encontrar el sujeto de la oración. Esto se puede complicar debido a que en el chino no hay espacios entre palabras ni mayúsculas, los signos de puntuación son un tanto arbitrarios y en ocasiones las frases pueden ser enormemente largas.

2 – Dialectos (方言)

Este artículo trata de lo que generalmente todo el mundo llama idioma chino, también conocido como chino mandarín, lengua corriente (普通话) o lengua del estado (国语). Se trata del idioma oficial de la República Popular China, basado en el dialecto de Pekín y que es el que se enseña en las escuelas y se utiliza en medios de comunicación.
Junto a este idioma conviven cientos de dialectos del chino que pueden ser tan diferentes entre sí como lo son el francés y el español. La gente de Pekín no entiende cuando los shanghaineses hablan en su lengua, mientras que en la provincia de Zhejiang hay tantos dialectos que los locales tienen que utilizar el idioma oficial para entenderse entre ellos. Junto a estos idiomas chinos conviven muchos otros que tienen otra raíces y que son hablados por las minorías étnicas (tibetano, uigur, mongol, ruso, etc…).
Si, por ejemplo, te vas a un pueblo remoto de Yunnan a pasar el año nuevo chino con una familia (como fue mi caso) todo el mundo hablará en el dialecto y te pasarás toda la cena mirando a tu cuenco de arroz sin poder participar de la conversación. La joven universitaria que era mi anfitriona no lo podía soportar: no sólo porque yo no pudiera hablar con nadie, sino también porque la daba vergüenza contemplar los esfuerzos de sus padres por hablar el chino oficial.
Aún así, creo que esta limitación no es tan importante y que la situación irá mejorando con el tiempo. En el fondo, ningún chino conoce todos los dialectos, así que no estarás más perdido que cualquier pequinés que se dedica a viajar (o vivir) por el resto del país. Además, con una educación cada vez más extendida y el mayor acceso a los medios de comunicación nacionales, con el tiempo es más que probable que dejará de haber gente que no conozca el chino estándar. A día de hoy, por ejemplo, los jóvenes son un valor seguro para comunicarte en China.

3 – Pronunciación (发音)

Más de uno me echará en cara (tenéis los comentarios para hacerlo) que haya puesto la pronunciación como algo supuestamente tan fácil, en el tercer escalón de las dificultades. No es esa ni mucho menos mi intención: la pronunciación de este idioma es algo complicado y difícil de aprender, pero sencillamente el resto de condicionantes son todavía más inalcanzables.
Los tonos son la primera y la eterna dificultad con la que uno se encuentra en esta lengua
Los tonos son la primera y la eterna dificultad con la que uno se encuentra en esta lengua.Como sabéis, el chino es un idioma tonal, en el que en función de la entonación de una sílaba su significado puede cambiar por completo. El ejemplo clásico es el de “ma”, que según su tono puede significar “madre” (妈妈), “cáñamo” (麻), “caballo” (马), una forma de insulto (骂) o una partícula de interrogación (吗), entre otras muchas cosas. Si esto suena difícil, la realidad es mucho más dura. La combinación de distintos tonos puede alterar su pronunciación, y las excepciones y transformaciones pueden ser varias.
Los tonos NO son algo complementario, son sencillamente esenciales para poder decir cualquier cosa. Por eso es tan importante concentrarse en ellos desde el primer día, siempre teniendo en cuenta que nos seguirán persiguiendo hasta la eternidad. Aún así, no conviene ver los tonos en el chino como una barrera infranqueable. Con el tiempo y mucha práctica uno se puede acostumbrar a las tonalidades. En un nivel avanzado, la dificultad no es saber pronunciar los tonos, sino acordarse del tono de cada caracter.
Además de esto, el idioma chino tiene muy pocos sonidos, razón por la cual existen muchísimos homófonos. Hay cientos de palabras que se pronuncia exactamente igual y miles más que tienen sonidos muy parecidos. La única forma de conocer su significado es conocer el contexto o su escritura. Este es el motivo principal por el que el chino ha mantenido los caracteres, porque es prácticamente imposible encontrar una transcripción fonética con la que la gente se pueda enterar de lo que uno está hablando. Y también es por esto por lo que cada vez que alguien se presenta y dice su nombre tiene que explicar los caracteres que lo componen.
Junto a estas dos dificultades fonéticas, el idioma chino tiene también algunos sonidos con los que no estamos familiarizados y que resultan muy difíciles de diferenciar claramente. Entre ellos están zh/ch, q/j y z/c. Con una lengua con tan pocos fonemas, puedes estar seguro de que tu incapacidad para articular estos sonidos se notará casi en cada frase.

4 – Inmersión / Cultura (环境)

No hay nada tan importante para poder hablar y leer una lengua como la inmersión cultural. Si de verdad quieres hablar chino tendrás que pensar en chino, ver películas en chino, leer novelas en chino, seguir las noticias en chino, escuchar la radio en chino y vivir con chinos. Hace poco me encontré con una chica mexicana que llevaba cuatro años viviendo en Pekín y a la que no le gustaba ni la comida china ni ir al karaoke. Así, sencillamente, no se puede aprender el idioma.
Yo nunca me he considerado bueno aprendiendo lenguas, y mi único punto fuerte siempre ha sido mi cabezonería por huir de los extranjeros, relacionarme con los locales e intentar estar expuesto al idioma que quiero aprender durante 24 horas al día. El problema es que en China esto es mucho más complicado que en cualquier otro país occidental, y ese es el motivo de que este aspecto está tan alto en el lugar de las dificultades del chino.
Uno puede ser canadiense, francés o alemán con relativa facilidad; es mucho más difícil acostumbrarse a ser chino
Si te vas a Estados Unidos, por ejemplo, podrás ver series de televisión como Lost, Friends o Wire, ver las noticias de la CNN, leer The New York Times y The Washington Post. Te será relativamente fácil hacer amigos locales con los que compartes aficiones, sueños y costumbres. Y estarás hablando en inglés la mayor parte del día. Las diferencias culturales son mínimas en comparación con lo que es China. Uno puede ser canadiense, francés o alemán con relativa facilidad; es mucho más difícil acostumbrarse a ser chino.
Uno de mis profesores de chino me dijo un día una frase que nunca olvidaré: “El chino no existe sin contexto”. Por supuesto, se refería a conocer quién estaba hablando, cómo y cuándo. Pero en el caso del chino también implica que hay que conocer su contexto cultural. En mi lugar de trabajo hay diez chicas chinas que están todo el día hablando de estrellas de cine coreanas y japonesas, de cotilleos de famosos chinos y de las mejores tiendas para comprar ropa en Pekín. Cuando hablan no me suelo enterar de casi nada, y el motivo principal es porque no conozco el contexto. No sé quiénes son esas personas, no sé cómo se pronuncian sus nombres, no conozco los títulos de sus películas ni las tiendas de ropa a las que suelen acudir.
A esta especie de temas banales y actuales se une nuestro desconocimiento casi siempre absoluto de la cultura e historia de China. Te encontrarás en numerosas ocasiones con gente que habla de lugares, personajes y acontecimientos históricos que tú simplemente no conoces (o que conoces por otro nombre). Esto se extiende a infinidad de noticias, temas de conversación y situaciones, y hacen de la inmersión cultural total algo muy complicado y al mismo tiempo imprescindible.

5 – Caracteres (汉字)

Si el chino no tuviera caracteres, sería un idioma relativamente fácil. Mientras en otras lenguas uno puede conseguir vocabulario en la vida diaria de forma bastante natural, con el chino uno tiene que sentarse y estudiar caracteres. No hay otra forma. Tienes que memorizarlos, uno a uno. Y esto requiere una cantidad de esfuerzo y horas de estudios impensables para estudiar casi cualquier otra lengua.
Que el chino funcione con caracteres es algo no sólo difícil para los extranjeros, sino también para los propios chinos. Desde pequeños, los niños comienzan a estudiar su escritura poco a poco, caracter a caracter. Al acabar la educación primaria, con doce años, los chinos tienen que saber 3.000; al finalizar el instituto la cifra se sitúa en 7.000. Desconozco si hay algún estudio al respecto, pero los chinos emplean muchísimo más tiempo de su educación en aprender su propio idioma que el resto de mortales. Un tiempo que tú también tienes que emplear, y que convierte la tarea de leer y escribir en chino en una especie de Larga Marcha.
Algunos extranjeros en China renuncian directamente al aprendizaje de la escritura china. Es una opción tan respetable como cualquier otra y que tiene sentido para aquellos que están sólo de paso, pero que es sencillamente inviable para alguien que quiera tener un buen nivel de chino y quiera leer en este idioma. Incluso para la expresión oral, conocer cómo funcionan los caracteres es imprescindible.
Aún así, hay lugar para la esperanza. Ordenadores y teléfonos móviles han hecho que escribir a bolígrafo sea considerado casi como una extravagancia de bohemios. Esto nos ahorra el tener que saber cómo escribir los caracteres a mano, algo que sin duda lleva muchísimo tiempo. En la actualidad, lo más importante para poder leer y escribir es saber reconocer los caracteres.

6 – Vocabulario (词汇)

Por encima del resto de dificultades, cuando uno quiere tener un buen nivel de chino, el principal problema es el vocabulario
Pero, por encima del resto de dificultades, cuando uno quiere tener un buen nivel de chino, el principal problema es el vocabulario. Esto es una batalla sin fin, una lucha eterna y encarnizada por meter palabras nuevas en tu cabeza. Mientras que en otros idiomas occidentales muchas palabras tienen la misma raíz (por ejemplo: gobierno, parlamento, distribución, fertilizar, magnesio…) el chino ha seguido su propia evolución y ha creado palabras nuevas que no se parecen en nada a las que nosotros conocemos.
Normalmente, aprender inglés o francés es difícil al principio; una vez alcanzado cierto nivel es fácil avanzar ya que el vocabulario, aún sin saberlo, es muy parecido al de nuestra lengua maternal (por ejemplo, sin haber estudiado nunca alemán, estoy casi seguro de que palabras como “simbiosis”, “metáfora” o “electrocardiograma” se parecen mucho). En chino, sin embargo, simbiosis se dice gongsheng (共生), metáfora yinyu (隐喻) y electrocardiograma xindiantu (心电图). Ese vocabulario pasivo (muy fácil de convertir en activo) que como hispanohablantes tenemos para aprender muchos otros idiomas, sencillamente desaparece con el chino.
En un magnífico post sobre el tema, Julen defendía que esta dificultad a la hora de aprender vocabulario convertía definitivamente al chino en el idioma más difícil del mundo, sin importar tu lugar de origen o tu lengua materna. Él diferenciaba entre dos aspectos a la hora de aprender una lengua: aquel que nos sirve como regla o guía para dominarla, y que por lo tanto es finita (gramática y fonética); y aquella que es información pura y dura y no responde a ninguna regla (el vocabulario). En el caso del chino, el vocabulario requiere de un esfuerzo descomunal.
Esta dificultad, junto con los problemas para la inmersión cultural, provocan que tengamos que hacer otro enorme esfuerzo para conocer muchos de los nombres propios o lugares que salen en cualquier conversación. Primero, no aparecen en mayúscula ni separados como una palabra independiente, por lo que se mezclan en el resto de la frase y en ocasiones uno no sabe muy bien a qué se refieren. Cuando uno se da cuenta de que está ante un nombre propio, es difícil saber a cuál. A Andy Lau se le conoce como Liu Dehua (刘德华), a Jackie Chan como Cheng Long (成龙), a la ciudad de San Francisco como Jiujinshan (旧金山), a Vancouver como Wengehua (温哥华) y a Bruce Lee como Li Xiaolong (李小龙). Es como si tuvieras que emprender una nueva vida y volver a aprender los nombres de todos los personajes famosos, directores de cine, escritores y novelas.
Para acabar con las dificultades del vocabulario, podemos utilizar como ejemplo The Big Bang Theory. Ésta es una serie estadounidense donde los protagonistas son unos físicos freakys y donde aparece muchísimo vocabulario científico. Puedo seguir la serie en inglés, pero de momento me parece inalcanzable el hacerlo chino.

¿Cuánto tiempo se necesita?

Si de verdad quieres aprender chino, lo mejor es planteárselo como una carrera de cinco años. O cómo hacer un doctorado
Esta es una de las preguntas más repetidas. Si de verdad quieres aprender chino, lo mejor es planteárselo como una carrera de cinco años. O cómo hacer un doctorado. El chino es uno de los idiomas donde la ecuación “esfuerzo-resultado” es más desesperante. Para poder leer un periódico o una novela tendrás que haber pasado por años de masoquismo frente a los caracteres.

¿Dónde estudiar?

Aunque no conozco mucho la situación en Latinoamérica, el país con una mayor tradición de estudios asiáticos es México. En cuanto a Europa, puedo decir que en España no hay prácticamente ningún sitio donde alguien pueda aprender chino seriamente. Las Licenciaturas de Estudios de Asia Oriental que se ofertan en Madrid y Barcelona carecen del tiempo, los profesores y los materiales para dotarte de un nivel aceptable de chino. Otros centros donde sin duda sí puedes alcanzar un buen nivel se encuentran en Reino Unido (sobre todo la SOAS), Francia (el INALCO) o Alemania. Estados Unidos y Canadá, con emigrantes chinos desde hace décadas y algunas de las mejores universidades del mundo, también cuentan con centros excelentes para su aprendizaje.
Pero, como siempre con un idioma, éste se tiene que aprender en el país de origen. Debido al gran número de dialectos en China, lo mejor es irse al norte, donde se habla el chino más estándar. Aquí, Pekín cuenta con las mejores universidades y centros, pero también es el lugar donde hay más extranjeros. Otras ciudades del norte como Haerbin, Dalian, Xi´an o Kaifeng son lugares donde tendrás más oportunidades para estar todo el día expuesto al idioma.
Taiwán es otro lugar que uno se tiene que plantear. Casi todo el mundo habla un chino oficial perfecto (mucho mejor que en la mayoría de sitios del continente), los taiwaneses están más acostumbrados a tratar con occidentales y sus productos culturales son más atractivos. Es un sitio donde es mucho más fácil encajar como extranjero y donde cuentan con algunos de los métodos más modernos para aprender chino. Los inconvenientes son los caracteres tradicionales y que, al fin y al cabo, Taiwán no deja de ser una pequeña isla con menos oportunidades.

Recursos electrónicos

Móviles y ordenadores han hecho que leer y escribir chino sea mucho más fácil
Móviles y ordenadores han hecho que leer y escribir chino sea mucho más fácil hoy que hace quince años. De hecho, algunos expertos se quejan de esto porque piensan que en algunas décadas los chinos dejarán de saber escribir a mano los caracteres.
Para escribir en tu ordenador utilizando pinyin, el sistema de Sogou es maravilloso y el que casi todo el mundo utiliza en la china continental. No tienes más que escribir la pronunciación para que los caracteres aparezcan. Este software es también muy inteligente a la hora de escribir nombres o lugares.
En cuanto a diccionarios, todavía hay estudiantes melancólicos que utilizan los de papel (yo también lo hice en Europa, animado por los profesores). Como soy un pragmático, lo considero una pérdida de tiempo. Primero tienes que buscar el radical, luego el caracter completo y después la página exacta gracias alpinyin. En la mayoría de tiendas electrónicas de Pekín venden diccionarios electrónicos por entre 30 y 150 dólares, dependiendo de tus necesidades. Lo único que tienes que hacer aquí es escribir el caracter que no reconoces.
En cuanto a diccionarios online, yo casi siempre utilizo MDBG y Nciku, este último muy rápido y sencillo cuando no conoces el pinyin. Para leer en Internet, hay un plugin para firefox que es maravilloso: se llamaPerapera kun y con sólo mover el cursor por encima de las palabras te dará su pronunciación y significado. Una joya.
Otro de los clásicos es el Wenlin, que hace lo mismo que el Perapera kun pero con la posibilidad de copiar y pegar documentos que hayas encontrado en otra parte. Normalmente te lo tienes que comprar o descargar pirata.
► “Si quieres aprender chino, encuentra tu hotel en Pekín y otras ciudades chinas en Agoda".

Más

• En español, como casi siempre, sólo (decirme si me equivoco) Chinochano ha hablado de este tema:Universidades chinas / Estudiar mandarín / ¿Quién sabe más chino? / Tu nombre en chino
• En inglés hay una gran cantidad de información sobre el aprendizaje del chino que abordan con mucha más profundidad de lo que yo hecho cada uno de sus aspectos. Entre mis favoritos está Sinosplice, con muchísima experiencia en el tema y gran cantidad de artículos. En uno de los últimos, por ejemplo, habla de las batallas lingüísticas entre chinos y extranjeros.
• Otro de los imprescindibles es Chinayouren, que analiza con la calidad y paciencia del mejor cirujano las características del chino. Podéis ver algunos de sus posts sobre el tema aquí.

lunes, 10 de octubre de 2011

Comer desp. ejercicio


Para mejores resultados, beba agua antes, durante y después de sus entrenamientos.
Una merienda ligera, para abastecer de combustible a su cuerpo, de alrededor de 150 a 200 calorías, es recomendable después de la actividad. Es ideal una combinación de proteínas y carbohidratos complejos. Las proteínas son esenciales para la reparación y construcción de músculos y los carbohidratos complejos ayudarán a reponer sus reservas de energía. Pruebe una manzana con queso, una rebanada de pan integral tostado con mantequilla de cacahuate, o una taza de yogur sin grasa. Estas combinaciones le ayudan a no comer demasiado y reponer energía.
A medida que su cuerpo se acostumbra a hacer ejercicio, usted va a experimentar una disminución en el apetito. De hecho, las investigaciones muestran que el ejercicio reduce el apetito por varias horas.
Por lo tanto debe mantener sus entrenamientos y decir adiós a los excesos de comida posteriores a sus ejercicios.

jueves, 6 de octubre de 2011

steve jobs mandamientos emprendedores


1.- Hacer lo que nos apasiona

La vida es corta, eso lo escuchamos y lo repetimos constantemente, pero es poco lo que en realidad lo aplicamos… ¿Cuántas veces nos hemos sentido “atrapados” en trabajos que no nos aportan nada más que un sueldo (a veces que no da ni para vivir)? Si tienes que pelear contigo mismo cada mañana para levantarte de la cama e ir a la oficina, puede que tengas un problema, y no de pereza precisamente.
“La única forma de hacer bien un trabajo es amando lo que haces. Si todavía no lo has encontrado, sigue buscando. No desesperes. Como en el amor, sabrás cuando lo has encontrado”, decía Jobs en el discurso de Stanford.
Así que si te sorprendes varias veces al día mirando el reloj y contando las horas de salir de la oficina… También estás en problemas. Cuando las cosas nos motivan, cuando nos apasionamos con algo, el tiempo se pasa volando, y trabajar da un gusto y satisfacción tan grandes que son como una gasolina que nos renueva de energía hora tras hora y día tras día.
Entonces, si la vida es tan corta como sabemos que es, ¿vas a desperdiciarla trabajando en algo que no te llena? Todos tenemos que comer y que pagar el lugar donde vivimos, pero mientras tienes que trabajar en algo que no te llena, no dejes de soñar en lo que realmente quieres hacer y cuando lo sepas, cuando tengas clara tu idea, déjalo todo y dedícate a ella: Steve Jobs dejó la Universidad y se dedicó a lo que quería. Mark Zuckerberg hizo lo propio y así un montón de casos.
Atención: No se trata de que los lectores de Fayerwayer dejen los estudios, se trata de que estudien o trabajen en lo que realmente les apasione. Cuando lo tengas claro, pon toda tu energía en alcanzarlo: Lo peor que te puede pasar es que fracases, y tengas que buscar otro trabajo malpagado para pagar las cuentas y las deudas mientras sigues soñando y lo vuelves a intentar. La clave: No perder la ilusión.

2.- Seguir a tu intuición

En el discurso que dio Steve Jobs en la Universidad de Stanford, en junio de 2005, recordó que al dejar la carrera, como ya no tenía que asistir a las clases obligatorias, se decidió a tomar un curso de caligrafía en Reed College, que según dijo ofrecía entonces “la mejor instrucción en caligrafía del país”. Si bien no tenía una utilidad práctica de momento, no le era útil para producir dinero, era algo que le apasionaba… Lo hizo y lo disfrutó.
Diez años después, cuando estaba diseñando el primero ordenador Macintosh, Jobs dijo que “todo tuvo sentido” para él: “Todo lo diseñamos en el Mac. Fue el primer ordenador con una bella tipografía”. Seguir sus instintos le dio un conocimiento que luego aplicó y se convirtió en uno de sus valores diferenciales.
Una clave más para los emprendedores: Haz las cosas que te gustan, aunque de momento no sepas porqué te atraen. No sabes si unas clases de cocina que hoy ves como un hobby, en unos años te darán la clave de tu emprendimiento. Además, en mi particular forma de verlo, las actividades de corte artístico y que estimulen la creatividad siempre deben ser bienvenidas, aunque lo tuyo sea psarte la vida echando códigos. No te cortes las alas: Sigue tu intuición.

3.- Investigar, observar, investigar…

La investigación es fundamental para emprender: Debes aprender del sector en el que te quieres mover, detectar a la competencia y estudiarla, comprender al mercado para poder dirigirte a él de la mejor manera. Si tienes una idea de emprendimiento en mente es fundamental que detectes a la competencia, que la investigues, que veas como hace las cosas, en qué acierta y en qué se equivoca.
Cuentan que a la hora de diseñar los folletos comerciales de Apple, Jobs estudió en detalle el uso que Sony hacía de los tipos de letra, la maquetación y el papel con un peso determinado. Además, cuando llegó el momento de diseñar la caja de cartón para el primer Mac, estuvo paseando por el aparcamiento de Apple fijándose con atención en las carrocerías de los automóviles alemanes e italianos.
“Puedes preguntarle a los clientes qué es lo que quieren y después intentar dárselo. Para cuando lo tengas construído, ellos querrán algo nuevo”, decía Jobs.
La observación es fundamental para los emprendedores: Te da una visión privilegiada del entorno que te permite detectar necesidades de mercado que están adormecidas, que la gente ni siquiera sabe que tiene… He ahí una de las enseñanzas de Jobs: ¿Cuántos necesitábamos iPad? Ahora las tablets son parte fundamental de nuestro equipamiento tecnológico.

4.- Fichar a los mejores

Un tema importantísimo para los emprendedores: La selección de su equipo de trabajo. Jobs siempre se preocupaba por reclutar a los mejores: Contrató al arquitecto Ieoh Ming Pei para que diseñara el logotipo de NeXT y reclutó a Mickey Drexler, de Gap, para que formara parte del consejo de administración de Apple con vistas al lanzamiento de la cadena de tiendas de la compañía.
Este consejo es necesariamente útil cuando comenzamos un emprendimiento, y esto lo digo por experiencia propia: Un emprendedor no puede (ni tiene porqué) saber de todo. Si bien es necesario que conozcamos el mundo en el que nos vamos a meter, sea éste el tecnológico, el de la restauración, o el de los transportes, es prácticamente imposible que dominemos todas las áreas.
He ahí la importancia de hacer asociaciones estratégicas, donde si tu fuerte es la tecnología, busques a alguien que sepa de marketing y ventas, y te ayude a posicionar tu producto o a “pescar” a los clientes, por ejemplo.

5.-Mantener una plantilla reducida

En una oportunidad en la que hablaba de los comienzos de Macintosh, Jobs recordó que la plantilla de empleados era de cien personas: Si requería contratar a un trabajador, antes despedía a otro. ¿La razón? Decía que solo podía acordarse de cien nombres, así que manejaba la plantilla en ese número para tener una mejor relación con cada uno de los trabajadores con que contaba.
Obviamente cuando la empresa despegó, el número de trabajadores creció, pero mientras, es una buena idea la de mantener una plantilla limitada: Sin duda da al empresario la posibilidad de tener una relación más cercana con sus empleados, y por ende, hacerlos sentir parte del proyecto, seducirlos con la idea que mueve el negocio, comprometerlos con los resultados.
En el caso de los emprendedores esto es un error común: He conocido casos de quienes se endeudan para contratar personal y crean de la nada una plantilla (y una nómina que pagar) sin que el proyecto aún camine y produzca beneficios para pagar esos costes…
En otros casos, al no tener el presupuesto para contratar, pues se nos ocurre la “brillante idea” de ir por la vida reclutando a amigos y familiares, que sentimos saben más que nosotros de determinadas actividades, les contamos la idea, los entusiasmamos, los enamoramos y los montamos en el barco. ¡Cuidado! Hay que saber apoyarse en quiénes saben más que nosotros, pero en su justa medida: Estas asociaciones pueden acabar con amistades y hacer pelear a las familias.
Considero que se debe formar un equipo mínimo capaz de sacar adelante el proyecto, y ya a medida que veas como funciona, podrás incorporar a los “profesionales de tus sueños”. Ni Google, ni Facebook, ni Twitter nacieron perfectos: Sus diseños, por ejemplo, dejaban mucho que desear, pero sobre la marcha, una vez que despegaron, se han hecho los ajustes que los tienen como hoy los conocemos. Pienso que es cuestión de paciencia y perseverancia. ¿No os parece?

6.- Seducir a tus trabajadores y socios

Al seguir hablando de equipos de trabajo esta parte me pareció muy importante: La diferencia entre “seducir” y “amenazar” a tus compañeros de emprendimiento, sean tus socios o tus empleados, y que a estos últimos, aunque les pagues por su trabajo, si no logras que el proyecto les enamore no obtendrás el 100% de su capacidad.
Cuentan que Jobs tenía un carisma personal que mantenía motivados a los empleados: Su entusiasmo contagioso fue la razón por la que el personal que diseñó el primer Mac se pasó tres años seguidos trabajando 90 horas a la semana. Cuando un empleado se entrega a un proyecto, el mejor incentivo es verlo culminado con la mayor calidad porque se siente parte de la empresa y por ende, de su éxito.
La verdad no tengo empleados propios, pero cuando he desempeñado puestos de mando en empresas de otros, he vivido en carne propia aquello de que es mejor usar “la zanahoria que el palo”: Siempre vale más motivar que obligar. No entiendo porqué le cuesta tanto a los jefes comprender esto… Espero que cuando tenga mis propios empleados lo recuerde con claridad. Creo que la clave es, como en la vida misma, ponerse siempre en la piel del otro. Así es más fácil tener una perspectiva de las cosas que se piden y cómo se piden.

7.-La calidad como religión

Cuentan que en la víspera del lanzamiento del primer iPod, los empleados del staff se pasaron la noche entera sustituyendo las clavijas de los auriculares porque Jobs consideraba que no hacían “click” de la forma precisa y deseable. Mantener un criterio de calidad es fundamental para los emprendedores: No debemos dejarnos llevar por lo fácil, por lo práctico, o por “lo que vende”.
“Ten un criterio de calidad. Algunas personas no lo usan para crear el ambiente de excelencia que se espera”, decía Jobs.
Comprometerse con hacer un trabajo de calidad es fundamental para el desarrollo de una idea: No puedes dejar las cosas a medias, conformarte con “lo que hay”. Aspira a más, pero sin detenerte. No se trata de que tengas que sacar un producto perfecto a la primera, se trata de saber que todo es mejorable. Lograrlo es un punto diferencial sumamente importante.
“La calidad es más importante que la cantidad. Un ‘home run’ es mucho mejor que dos dobles”.
Supongamos que te mueves, como yo en el mundo del marketing y la comunicación: Si bien solemos ver que lo que vende es lo “amarillista” y “sensacionalista”, no podemos conformarnos con darle a la gente más de lo mismo. Hay que evolucionar hacia los mensajes y contenidos de calidad, aunque te lleven más tiempo y esfuerzo, porque esos que a la gente también le interesan. Calidad más allá que la cantidad y que la inmediatez… Tener tiempo para detenerse a pensar es fundamental para poder hacer cosas de calidad.

8.-Aprender del fracaso

Los emprendimientos son complicados y arriesgados: Nadie sabe a ciencia cierta lo que va a pasar, y esa incertidumbre suele darnos miedo. Al algunos incluso los paraliza. La posibilidad del fracaso está a la vuelta de la esquina y sin duda, es una alta probabilidad de que suceda, la cosa es que cómo lo aceptes: Una derrota o una lección.
“Soy la única persona que sabe perder un cuarto de millón de dólares en un año. Es muy constructivo”, decía Jobs.
En el discurso de Stanford, Jobs recordó cuando lo despidieron de Apple, la propia empresa que había fundado. Si bien lo contó como anécdota, destacando que “muchas veces la vida te golpea con un ladrillo en la cabeza”, recuerda que gracias a que lo despidieron pudo conectar con su parte más creativa de nuevo, y ahora con la experiencia acumulada en su trayectoria:
“La pesadez de tener éxito fue reemplazada por la iluminación de ser un principiante otra vez. Me liberó y entré en una de las etapas más creativas de mi vida. Durante los siguientes cinco años, fundé una compañia llamada NeXT, otra empresa llamada Pixar, y me enamoré de una asombrosa mujer que se convirtió en mi esposa”.
Jobs no se sentó en una esquina a quejarse de que lo habían despedido. No se conformó con cobrar la ayuda por desempleo (si es que existe en EEUU), ni se quedó pasmado echando curriculums a ver si alguien lo llamaba para ofrecerle un puesto en que ganaría un sueldo para vivir y poco más. Lo volvió a intentar. Buscó de nuevo conectar con lo que le apasionaba y se atrevió a emprender de nuevo… Por algo dicen que esto de emprender es adictivo.
“A veces cuando innovas, cometes errores. Es mejor admitirlos rápidamente, y seguir adelante apostando por tus otras innovaciones”, decía Jobs.
Lo importante: Aprender de los errores y comprender de una vez por todas, que el fracaso es una de las mayores fuentes de aprendizaje.

9.- Arriesgar por la idea

Cuando estamos emprendiendo y le contamos a nuestros amigos o familiares la idea que tenemos en mente, una de las cosas que suelen preguntar es ¿cuál será el modelo de negocio? o lo que es lo mismo: De dónde sacarás el dinero. Jobs, si bien tuvo éxito en sus proyectos, reflexionaba:
“Ser el hombre más rico en el cementerio no me importa… Ir a la cama por la noche diciendo que hemos hecho algo maravilloso… ESO es lo que me importa”.
Hay negocios que nacen sin saber como se van a rentabilizar, por ejemplo Twitter. Y eso no quiere decir que no sea un emprendimiento exitoso. Si bien lo idea es partir con un modelo de negocio que te permita los ingresos para cubrir los gastos y obtener ganancia, estoy convencida de que si haces lo que realmente te gusta, encontrarás la forma de rentabilizar tus esfuerzos y vivir haciendo lo que te gusta es una ganancia en sí misma, ¿no?

10.-El momento es ahora

“No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy”, dice un refrán popular, muy sabio por cierto. Y es que si bien hablamos de que la vida es corta ¿a qué vamos a esperar? Decía Jobs:
“¿Quieres perder el resto de tu vida vendiendo agua edulcorada o quieres una oportunidad para cambiar el mundo?”
Es importante comprender que las condiciones para emprender nunca serán 100% favorables: El momento perfecto es ahora. Hay que arriesgar e intentar. Después de todo, lo peor que te puede pasar es que debas intentarlo de nuevo… ¿A qué esperas para emprender?

http://www.fayerwayer.com/2011/10/los-diez-mandamientos-de-steve-jobs-para-los-emprendedores/
fuente: