sábado, 31 de marzo de 2012

ESTIMULAR CEREBRO


Desde las drogas que lo estimulan hasta los clásicos de siempre: ejercicio y dormir bien.

1.- Drogas inteligentes 
Los laboratorios ya desarrollan moléculas para mejorar habilidades como la memoria, la concentración y los estados de alerta. No están lejos los días en que será bastante natural dar un empujón a nuestra mente tomando un par de pastillas. Ya hay quienes usan el modafinil, para la narcolepsia, con el fin de permanecer despiertos una larga jornada. Algo similar ocurre con el metilfenidato, indicado para la hiperactividad, pero usado para aumentar la concentración. (Se recomienda no tomar ningún medicamento sintético sin consultar al médico).

2.- Ponerse retos 
Se ha demostrado que mantener activa la mente en tareas que involucren la memoria de trabajo (como hacer operaciones matemáticas sencillas o juegos) robustece la capacidad cerebral.

3.- Dormir bien 
Sean Drummond, de la Universidad de California en San Diego (EU), dice que después
de una jornada de trabajo de 21 horas, las habilidades de una persona son equivalentes
a las de un borracho. Durante el sueño se archivan nuevas memorias y se reactivan circuitos cerebrales.

4.- Hacer ejercicio 
Las caminatas de media hora, tres veces a la semana, pueden mejorar habilidades mentales como aprendizaje, concentración y razonamiento abstracto hasta en un 15%.

5.- La cafeína 
Un par de tazas de café pueden ayudar a pensar con más agilidad y eficiencia, pero un exceso entorpece la mente y altera el patrón de sueño, produciendo fatiga. El café y el té contienen taninos que reducen el efecto de otros estimulantes del cerebro, como el hierro, hasta en un 75%, así que no más de dos o tres tazas, preferiblemente entre comidas.

miércoles, 28 de marzo de 2012

vs chismes

Los rumores siguen la misma lógica que una epidemia.

La receta que propone Ramón-Cortés, autor de Virus, para acabar con la rumorología es aplicable y eficaz en empresas o grupos reducidos. Aplicada a diario, para ser efectiva requiere:

1.- Capacidad para calibrar la veracidad de la información, según quién la propaga, y descubrir los portadores de virus.

2.- Relaciones interpersonales y perspicacia para conocer los vínculos que existen.

3.- Conocimiento de los canales de comunicación y astucia para participar en ellos.

4.- Transparencia. Lo que no se dice da pie a las habladurías.

5.- Claridad. Cuando hay una información que difundir, evitar versiones a la medida de cada interlocutor.

6.- Rapidez. Caminar detrás del rumor supone dejar escapar muchas opciones.

7.- Valor para dar con igual celeridad las buenas y las malas noticias.

8.- Integridad. Es decir, congruencia entre lo que decimos y lo que nos ven hacer.

Remedio de emergencia
Y en caso del que rumor ya esté propagado, aquí lo que hay que hacer:

1.- Ser más rápidos que el infundio: comunicar con datos objetivos, contrarrestando la mentira con celeridad.

2.- Buscar personas de confianza que formen diques de contención y rompan las cadenas del contagio.

3.- Luchar contra la gente de la organización que, por desmotivación, miedo o por puro deporte, se dedican a propagar rumores.

martes, 27 de marzo de 2012

De los ojos y las miradas


Tus ojos dicen más de lo que creías sobre tu salud, tu personalidad y tu cultura.

1.- ¿Los ojos reflejan nuestras emociones?
Hace 50 años, el doctor Robert Franz utilizaba una extraña caja de 60 x 60 centímetros para estudiar la mirada de los bebés. Desde entonces, el estudio de las microexpansiones faciales ha descubierto buena parte de los secretos de nuestros ojos. Los resultados se aplican en la detección de mentiras y el estudio de nuestras respuestas emocionales con técnicas de eye-tracking

2.- ¿Puede el iris delatar una enfermedad?
Igual que en la piel, la melanina del iris ejerce una protección ante la radiación ultravioleta. Por eso, se ha comprobado que los iris más claros son más propensos a las cataratas y a la degeneración macular. En el caso del cáncer de ojo, los estudios han mostrado que 80% de los pacientes con melanoma ocular tienen iris azules o grises.

3.- ¿Qué implica mirar a otro?
La mirada busca establecer un contacto. Los bebés de dos meses ya miran a los ojos de quienes tienen delante. Entre animales, la mirada sostenida suele ser un desafío, significado que también se aplica a humanos. Además, el contacto visual es una de las fomas más intensas de intimidad.

4.- ¿El iris tiene que ver con el carácter?
Partiendo de que un mismo gen, el PAX6, participa tanto en el desarrollo del iris en los embriones como en zonas del lóbulo frontal relacionadas con la empatía y el autocontrol, Mats Larsson, de la Universidad de Suecia, investigó la relación de algunos rasgos del iris con el carácter. Tras analizar a 428
voluntarios, comprobó que quienes tenían muchas criptas (filamentos ondulados que irradian de la pupila) eran más cálidos y empáticos, mientras que aquellos con más pliegues concéntricos a la pupila controlaban mucho menos sus impulsos.

5.- ¿El tono de los ojos varía con el tiempo?
Una vez que se ha definido el color del iris, entre los tres y seis meses de edad, durante el resto de la vida tiene que ser estable y no tiene por qué cambiar, a menos de que se atrofie por alguna enfermedad o aparezcan lunares. Quienes no estén conformes con la herencia que les ha tocado, siempre pueden recurrir a los pupilentes de colores, y si se atreven y merece la pena, incluso la cirugía. Una intervención que también se utiliza para subsanar malformaciones introduce un implante de fibras sintéticas que pueden modificar el color del iris.







lunes, 26 de marzo de 2012

de la motivación, pensar 2 personas, pensar negativo el pasado

Recordar con pesimismo las vacaciones que ya han pasado puede hacer daño a tu salud según una reciente investigación de la Universidad de Granada (UGR). En un estudio publicado en la revistaUniversitas Psychologica, Cristián Oyanadel y sus colegas concluyen que cuando las personas tienen una actitud negativa hacia los eventos pasados de su vida, perciben más dolor y tienen más predisposición a enfermar.

Los investigadores evaluaron mediante cuestionarios y pruebas de estimación temporal a 50 hombres y mujeres de 20 a 70 años. Aplicando el test denominado Inventario de orientación temporal de Zimbardo, diseñado en Estados Unidos y validado en España, identiticaron tres perfiles temporales entre los participantes del estudio: predominantemente negativo, predominantemente orientado al futuro, y equilibrado.

“Según lo observado en nuestro estudio, la dimensión más influyente es la percepción del pasado. Una visión negativa de este se relaciona altamente con peores indicadores de salud”, explica el investigador en declaraciones a la agencia SINC. Las personas con esta tendencia negativa hacia el pasadoreportan dificultades para esforzarse físicamente en actividades cotidianas y limitaciones físicas para el rendimiento en el trabajo, perciben mayor dolor corporal y tienen mayor predisposición a enfermar, a padecer depresión y ansiedad, e incluso a sufrir alteraciones de la conducta.

El perfil equilibrado, por el contrario, es el ideal puesto que resulta de una actitud saludable en las tres zonas temporales (pasado, presente, futuro). Son personas que aprenden positivamente de las experiencias pasadas, se orientan al cumplimiento y autoexigencias de metas en el futuro, pero no descuidan la posibilidad de vivir emociones y experiencias agradables y placenteras en el presente, según Oyanadel. Asimismo, estas personas cuentan con una mayor puntuación en las capacidades de esfuerzo físico, mejor salud mental general, menos tendencia a enfermar y menor percepción de molestias o dolores corporales.

Por otro lado, "las personas orientadas al futuro, es decir, a dejarlo todo por cumplir metas y exigencias personales olvidándose de vivir experiencias agradables presentes y con poca conexión con sus experiencias pasadas positivas, no tienen mala salud física y mental, pero esta es de menor calidad que las personas del grupo equilibrado", concluye Oyanadel.


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Neurocientíficos franceses han descubierto cuál es la parte del cerebro implicada en la motivación que necesitamos tanto para llevar a cabo acciones que implican esfuerzo físico como en el desempeño de aquellas que suponen un "reto mental".  

En un estudio que publica la revista PLoS Biology, Marhias Pessiglione y sus colegas de la Universidad Pierre y Marie Curie/CNRS aseguran que los resultados de una actividad dependen del esfuerzo que invirtamos, que a su vez depende de la motivación. Los deportistas entrenan con más intensidad si los resultados les deparan prestigio social o recompensas económicas. Lo mismo les ocurre a los estudiantes que preparan un examen, o a los profesionales que preparan una presentación para intervenir en un congreso. A través de una serie de experimentos con resonancia magnética, los científicos franceses han demostrado que para decidir cuánto esfuerzo invertimos en tareas cognitivas como motoras existe un "centro universal de la motivación" situado en una zona del cerebro conocida como estriado ventral. Y que se activa más cuanto mayor es la motivación de un individuo, por ejemplo porque se le ofrece una recompensa más alta si tiene éxito. 

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¿Es cierto el dicho de que dos cabezas piensan mejor que una? Al menos a la hora de resolver problemas y tomar decisiones parece que sí, según un reciente estudio realizado en la Universidad de Aarhus (Dinamarca) y el University College de Londres (Reino Unido). Aunque, según publicaban los investigadores en Science, esto solo se cumple si ambas personas son igual de competentes y capaces de llegar a un acuerdo tras debatir razonablemente sobre el problema.

En su estudio, el neurocientífico Chris Frith y sus colegas investigaron la capacidad de dos personas para combinar la información sensorial. Sus resultados indican que los humanos poseen un talento especial para combinar información de distintas fuentes sensoriales y tomar decisiones mucho más sólidas que las obtenidas de una única fuente. En un experimento inicial los investigadores solicitaron a los participantes del estudio que detectaran por parejas una señal muy débil emitida a través de una pantalla de ordenador. Si los voluntarios no llegaban a un acuerdo sobre cuándo se había producido la señal debatían hasta llegar a una decisión consensuada. Según el experimento, las decisiones conjuntas mostraban mayores niveles de acierto. El equipo también realizó otros dos experimentos que indicaron que los resultados más certeros dependen de la capacidad de diálogo del equipo, y que dar la razón a otra persona no basta.

Otro experimento reveló que cuando uno de los componentes de la pareja poseía información falsa o una habilidad menor, el proceso de toma de decisiones conjunto podía ser contraproducente. Y que, por lo tanto, «las decisiones conjuntas no son adecuadas si uno de los miembros del equipo es incompetente y además inconsciente de su condición.»  


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REBELDIA VS. CONFORMISTA

Cada generación tiene su propio James Dean, es decir, el personaje rebelde que se niega a seguir el camino establecido por sus iguales. Ahora, un nuevo estudio publicado en la revista Current Biology ha encontrado una relación entre la cantidad de materia gris en una región específica del cerebro y el nivel de rebeldía o conformismo de cada individuo.

Las decisiones de una persona, tanto en el terreno político como a la hora de vestirse o escoger si prefiere almorzar un bocadillo o una ensalada, suelen verse influenciadas por las opciones elegidas por quienes les rodean. Aunque es habitual observar diferencias individuales en la mayor o menor tendencia a adaptarse a las presiones sociales, hasta el momento ninguna estructura anatómica había sido asociada a la probabilidad de que alguien sea influido por los demás.

Ahora, en una investigación financiada por la Fundación Nacional Danesa de Investigación y el Wellcome Trust, los científicos de la Universidad de Nueva York, la Universidad de Aarhus y el Centro Wellcome Trust de Neuroimagen del University College de Londres (Reino Unido), parecen haber encontrado una "medida objetiva de la rebeldía". Para ello midieron, por primera vez, los volúmenes de las regiones del cerebro en 28 participantes con ayuda de una técnica conocida como morfometría basada en voxel, que permite determinar el volumen exacto de materia gris a partir de imágenes tridimensionales del cerebro proporcionadas por resonancia magnética (MRI). Para medir cómo respondían a la influencia social, los participantes escogieron sus 20 canciones favoritas, y una semana después los pusieron a prueba para observar cómo sus preferencias por las piezas musicales cambiaba después de que se les dijera lo que opinaban ciertos críticos de música.

Cuando los participantes revaluaron sus 20 opciones, mostrando hasta qué punto sus opiniones diferían tras escuchar las valoraciones de los críticos -una clara medida de conformidad con arreglo a la influencia social-, resultó que el volumen de materia gris de la corteza orbitofrontal se asociaba directamente con el nivel de conformismo ante la influencia social. Estos hallazgos sugieren que esta región del cerebro está particularmente atenta a reconocer las señales del conflicto social.

El líder del estudio, el profesor Chris Frith, afirma que "la capacidad de adaptarse a los demás es una habilidad social importante". Los resultados explicarían por qué las personas con daño en esta región muestran, a menudo, cambios en su personalidad y en el modo de interacción social




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MEJOR DÍA PARA SEXUALIDAD

Según un reciente estudio de la London School of Economics and Political Science (Reino Unido) el jueves es el mejor día para tener relaciones sexuales. Se debe a que este día de la semana el cuerpo produce hormonas sexuales de manera más activa. La líbido alcanza su pico máximo en las primeras horas de la mañana del jueves, cuando los niveles de testosterona masculinos alcanzan su máximo nivel y los niveles del estrógeno en mujeres se multiplican por cinco.

Otro estudio de este mismo centro de investigación reveló que los miércoles y los jueves son los días más productivos en el trabajo. Además, el jueves es uno de los días más felices de la semana, posiblemente porque el final de la semana laboral se ve cerca.


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viernes, 23 de marzo de 2012

del cerebro

MEJORAR MEMORIA
¿Sueles perder las llaves? ¿A veces no recuerdas donde has aparcado el coche? La buena (o mala) memoria depende del estado de tu cerebro en cada momento, según un nuevo estudio de la Universidad de California Davis publicado en la revista PNAS.

Charan Ranganath y sus colegas analizaron el cerebro de varios estudiantes mientras se sometían a un test de memoria en el que debían recordar una serie de palabras vinculadas a determinados contextos. Concretamente, los investigadores midieron las ondas cerebrales llamadas theta, oscilaciones electromagnéticas del cerebro asociadas a la relajación, la creatividad, el aprendizaje y la formación de la memoria. Después se les preguntaba si habían visto una determinada palabra y en qué contexto. Así observaron que ondas theta altas antes de recordar algo estaban asociadas a mejores resultados. “El cerebro no está simplemente esperando a un estímulo externo para reaccionar, sino que está ocupado con su propia actividad interna”, concluye Ranganath. La cuestión ahora es averiguar si se puede "poner" voluntariamente el cerebro en un estado óptimo para la memoria. Si así fuera, la técnica no sólo ayudaría a estudiantes y profesionales a mejorar su rendimiento, sino que se podría usar paratratar problemas de memoria y amnesia

SI APRENDES COMO NIÑO TU CEREBRO CRECE (2 HORAS)


El cerebro adulto crece después de dos horas de aprendizaje similar al infantil, según un estudio de la Universidad de Hong Kong, en China, que se publica en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS).

Los investigadores, dirigidos por Li-Hai Tan, utilizaron tareas auditivas, de nomenclatura y emparejamiento para enseñar a 19 adultos nombres artificiales de dos tonalidades de color verde y dos de color azul. Las imágenes del cerebro de los participantes mostraron que a lo largo cinco sesiones administradas en 3 días, unentrenamiento total de una hora y 48 minutos, su volumen de materia gris cerebral aumentó en áreas asociadas a la visión del color y lapercepción. El entrenamiento fue diseñado para imitar las rápidas e intensas asociaciones entre palabras y objetos que se producen en los inicios del desarrollo verbal infantil.

Estudios previos indicaban que la materia gris aumenta en los adultos pero sólo después de experiencias que duran entre semanas y años. Sin embargo, el nuevo trabajo sugiere que el cerebro adulto humano intacto es estructuralmente más plástico de lo que se pensaba.


CUANDO ENVEJECES, ES MEJOR EQUIVOCARSE
investigadores canadienses han encontrado evidencias de que, a medida que envejecemos,nuestro cerebro aprende mejor de los errores que de los aciertos. En un estudio publicado en la revista Psychology and Aging, los investigadores afirman que cuando los adultos están aprendido material conceptual, pueden establecer mejores relaciones entre los errores y la información correcta, lo que les ayuda a recordar. En otras palabras, el aprendizaje ensayo-error (TEL, por sus siglas en inglés) es mucho más efectivo para la memoriaque el aprendizaje sin errores (EL, por sus siglas en inglés), que se considera pasivo. 

Los experimentos realizados en el estudio con sujetos de 20 a 70 años de edad revelan que la diferencia de resultados entre ambos métodos de aprendizaje es 2,5 veces más pronunciada en adultos de edad avanzada que en jóvenes.


PRESENTANDO EXÁMENES RECUERDAS MEJOR
Resolver las preguntas de un examen no sólo nos permite comprobar nuestros conocimientos. Además,refuerza la memoria y ayuda a recordar la información más tarde. La clave está en que creamos pistas mentales más efectivas cuando nos examinamos que cuando solo estamos estudiando, según un estudio que publica la revista Science.

"Imagina que estás intentando aprender una palabra en otro idioma", explica Katherine Rawson, profesora del Departamento de Psicología de la Universidad Estatal de Kent (Ohio, EEUU) y coautora del trabajo. "En nuestra investigación, utilizamos parejas de términos en inglés y swahili, como wingu-cloud (nube). Para aprender este término, simplemente lo repetirías una y otra vez cada vez que lo estudiaras, pero ésta no es una estrategia especialmente efectiva para grabar algo en la memoria". Según Rawson, es más efectivo usar los llamados mediadores, es decir, palabras que conectan ambas palabras. “Por ejemplo wingu suena como wing (alas), y los pájaros tienen alas y vuelan por las nubes”, sugiere Rawson. Lo más interesante es que estos mediadores son más eficaces cuando se crean durante un examen que mientras estudiamos.

En sus experimentos, Rawson y su colega Mary Pyc demostraron que los individuos que estudiaban se sometían a un test y después volvían a estudiar las palabras podían recordar hasta 3 veces más términos que los compañeros que sólo estudiaban. Una de las posibles explicaciones es que los fallos durante el proceso de recuperación (recordar wing –ala- al leer wingu –nube-) llevan a la elección de mejores mediadores y esos fallos sólo aparecen cuando se pone el conocimiento a prueba y no cuando se estudia.

“Teniendo en cuenta que se han realizado cientos de experimentos para establecer los efectos de los tests en el aprendizaje, es sorprendente que sepamos tan poco sobre por qué estas pruebas mejoran lamemoria”, argumenta Pyc.  



AL AIRE LIBRE APRENDES MAS
El contacto con una bacteria natural que vive en el suelo tiene un efecto antidepresivo, reduce laansiedad y parece mejorar el aprendizaje, según un nuevo estudio realizado por investigadores del Sage Colleges en Troy, Nueva York (Estados Unidos), y presentado en la 110 Reunión General de la Sociedad Americana de Microbiología.

Se trata de Mycobacterium vaccae que, según la investigadora Dorothy Matthews, es una bacteria de la tierra que la gente suele respirar o incluso ingerir cuando pasa tiempo en un entorno natural. Anteriores estudios de M.vaccae demostraron que esta bacteria inyectada en ratones estimula el desarrollo de algunas neuronas que aumentan los niveles de serotonina –compuesto químico cerebral vinculado al estado de ánimo - y reducen la ansiedad.

En su nuevo experimento, Matthews y sus colegas alimentaron con esta bacteria viva a un grupo de ratones y evaluaron su habilidad para moverse dentro de un laberinto, en comparación con ratones de un grupo de control que no consumieron la bacteria. "Descubrimos que los ratones alimentados con la M. vaccae se movieron por el laberinto más rápido y con menos ansiedad que los ratones de control", ha señalado Matthews. No obstante, una vez eliminada la bacteria de la dieta de los ratones, el efecto se atenuó hasta desaparecer, lo que sugiere que es temporal.

La investigadora cree que, aunque el nuevo estudio fue llevado a cabo en ratones, podría especularse que pasar tiempo en el exterior donde está presente la M. vaccae podría tener también un impacto positivo en humanos. "Los humanos somos un 'hotel microbiano' ya que contamos con unos 10 microbios por cada célula que tenemos en nuestro cuerpo”, explica “Sería interesante especular sobre la posibilidad de que crear ambientes de aprendizaje en las escuelas que incluyeran tiempo en el exterior, donde la M. vaccae está presente y puede reducir la ansiedad y mejorar la habilidad para aprender a realizar nuevas tareas", sugiere Matthews.


APLAZAR ALGO: PROCRASTINACION
Si alguna vez has retrasado una cita con el dentista, o has pospuesto para el próximo mes el propósito de apuntarte al gimnasio, y nunca encuentras el momento de arreglar determinados papeles o arreglar ese grifo que gotea no eres el único. Aplazar los asuntos pendientes, o dejar para mañana lo que podrías hacer hoy, es una costumbre muy humana conocida como procrastinación. Y es muy habitual a pesar de que tiene un coste elevado, ya que los retrasos evitables generan pérdidas de productividad, además de causar estragos emocionales, principalmente mermando la autoestima. Científicos de la Universidad de Constanza (Alemania) han estudiado a fondo la procrastinación y han llegado a la conclusión que las personas se comportan así porque creen que el día de mañana será más adecuado para poner en práctica lo planeado. Y también han demostrado que la tendencia a procrastinar es menor si se plantea la tarea en términos muy concretos y específicos. 

Por su parte, Piers Steel, investigador de la Universidad de Calgary,ha desarrollado una fórmula (bautizada como teoría de la motivación temporal, que, según asegura, explica la procrastinación:U=EV/ID.

U es la Utilidad de la tarea una vez realizada, y su valor es proporcional al producto de las Expectativas (E) por el valor que le concedemos a terminar el trabajo (V), e inversamente proporcional a la inmediatez (I) y a la sensibilidad de cada persona a los retrasos (D). Es decir, que según esta fórmula las tareas que queremos que se lleven a cabo mejor y a las que más importancia otorgamos son las que más frecuentemente demoramos. Más que pereza, dice Steel, lo que hay detrás de la procrastinación es un exceso de perfeccionismo


SI ERES DISTRAIDO: MATERIA GRIS EXTRA

Las personas que se distraen con una mosca y apenas consiguen mantener la atención en una sola cosa pueden echarle la culpa a un grupo de neuronas del lóbulo parietal superior, según un estudio que publica la revista Journal of Neuroscience. Concretamente, los resultados revelan que las personas más distraídas suelen tener un mayor volumen de materia gris en esa región cerebral, algo aparentemente contradictorio, ya que en teoría tener más neuronas debería ayudar a mantener la concentración.


En la era de la sobrecarga de información, "la atención es todo un reto", asegura Ryota Kanai, investigador del University College de Londres y coautor del estudio. Pero algunas personas son especialmente susceptibles a distraerse mirando el correo electrónico, su Time Line de Twitter o el muro de Facebook. Para averiguar si hay alguna base anatómica para el "despiste", Kanai estudió el cerebro de 145 sujetos que habían rellenado previamente un cuestionario para calcular su tendencia a la distracción en la vida cotidiana -tener lapsus mentales, olvidar qué han ido a comprar cuando llegan al supermercado o dónde han aparcado, etc.-. Los resultados mostraron que había ciertas diferencias cerebrales que estaban relacionadas con la capacidad de mantener la atención. Concretamente, cuanto mayor era el número de neuronas en el lóbulo parietal superior del hemisferio izquierdo de un sujeto, mayor era su tendencia a la distracción.


La hipótesis que manejan Kanai y sus colegas es que a medida que el cerebro madura se destruyen algunas neuronas y conexiones nerviosas, y ese proceso ayuda al control de la atención. De acuerdo con esta idea, las personas con más materia gris en la corteza cerebral serían también un poco más "infantiles" y, en consecuencia, algo más distraídas.




CEREBRO REACCIONA ANTE INJUSTICIA
Una investigación europea revela que las reacciones humanas ante las situaciones injustas se producen de manera automática debido a unaumento de la actividad de la amígdala cerebral. Según el estudio, los hombres muestran una mayor agresividad que las mujeres ante este tipo de situaciones.

Cuando una persona se niega a compartir algo con otra, el cerebro de esta última tiene mecanismos que le provocan una reacción automática, vinculada con lo que considera justo o injusto, según revela una investigación europea publicada hoy en la revistaPLoS Biology.

Los investigadores probaron este sentido de la justicia en 35 jugadores, a los que midieron la actividad cerebral con una resonancia magnética funcional (fMRI). El juego consistía en que un jugador propone a otro una suma fija de dinero para compartir entre los dos. Este último puede aceptar la sugerencia y coger el dinero o rechazarla, en cuyo caso ningún jugador recibe nada. “Si la suma a repartir es de 100 coronas suecas y se dividen entre dos, 50 y 50 coronas, todos aceptan porque se considera justo”, explica Katarina Gospic, autora principal del estudio e investigadora en el Instituto Karolinska de Estocolmo (Suecia). Sin embargo, si un jugador proponer quedarse con 80 coronas y dar a la otra persona 20, se considera injusto. Esto explica que, en cerca de la mitad de los casos, el jugador que tiene que recibir el dinero rechace la propuesta, aunque pierda las 20 coronas.

Gracias a la resonancia magnética funcional, los expertos han descubierto que el área del cerebro encargada de controlar las decisiones financieras se encuentra en la amígdala y no en la corteza prefrontal y en la ínsula, como sugerían estudios anteriores. Esta región cerebral regula lossentimientos de ira y de miedo y también reacciona frente a las injusticias. La tendencia a reaccionar de forma agresiva y sancionar al jugador que había sugerido una distribución injusta del dinero estaba vinculada con un aumento de la actividad en la amígdala. No ocurría lo mismo cuando a los jugadores se les suministraba un tranquilizante para combatir la ansiedad -una benzodiazepina-: mostraron niveles bajos de actividad en esta área cerebral a pesar de que el dinero se repartiera de forma injusta. Además, el trabajo demuestra que los hombres responden de forma más agresiva que las mujeres ante situaciones de este tipo, una diferencia que no se registra cuando se les suministratranquilizante.

"Los resultados pueden tener implicaciones éticas porque el uso de ciertos medicamentos puede afectar claramente en las decisiones cotidianas", concluye Martin Ingvar, otro de los autores del estudio. 





CORRER AYUDA MUCHO A TU CEREBRO
Hacer ejercicio regularmente no sólo ayuda a mantener a raya la obesidad y el colesterol. Además fomenta el desarrollo de nuestro cerebro, según revela un nuevo estudio cordinado por Timothy Bussey, neurocientífico de la Universidad de Cambridge.

Los experimentos de Bussey, realizados con ratones, muestran que practicar footing y otros ejercicios aeróbicos potencia el crecimiento de nuevas células en el cerebro, un proceso conocido comoneurogénesis. Este fenómeno se observa sobre todo en las zonas relacionadas con la memoria y el aprendizaje.

¿Pero por qué el ejercicio físico causa este efecto sobre el cerebro? Aunque la respuesta no está clara, Bussey sugiere que podría tener que ver con el aumento del flujo sanguíneo o de los niveles de ciertas hormonas mientras corremos. También podría guardar relación con el descenso de los niveles delcortisol, la hormona del estrés, durante el ejercicio. 





A QUE SABE LA INJUSTICIA
Las injusticias pueden dejar literalmente un “mal sabor de boca”. Según un nuevo estudio de la Universidad de Toronto (Canadá), un comportamiento considerado injusto o inmoral y la ingesta de una bebida de sabor desagradable causan la misma respuesta física de asco.

Los científicos, dirigidos por Hanah Chapman, examinaron los movimientos faciales de los participantes del estudio cuando probaban líquidos desagradables y miraban fotografías de objetos repulsivos como aseos sucios o heridas. También compararon estos gestos faciales con los que producían cuando eran objeto de un tratamiento injusto en un juego de laboratorio. Y ayudados por la electromiografía, una técnica que utiliza pequeños electrodos para detectar la activación de los músculos faciales, llegaron a la conclusión de que la respuesta instintiva es común en las formas primitivas de repulsión y las de desagrado moral. El gesto visible es bien conocido: cuando algo nos repugna nuestro labio superior se eleva y arrugamos la nariz, a la vez que cerramos los ojos.

"Las personas realmente sienten asco en respuesta a ofensas morales. La repugnancia moral es más que una metáfora", explica Chapman. A pesar de que la moral se considera uno de los hitos de la evolución y el desarrollo del hombre moderno, los investigadores sostienen que sus mecanismos de expresión físicos y emocionales son una herramienta que ya utilizaban los humanos más primitivos como una respuesta básica de supervivencia a estímulos mucho más simples.

"Sorprendentemente, el sofisticado sentido moral de lo correcto y lo equivocado podría desarrollarse a partir de una preferencia innata de los bebés por lo que sabe bien y mal, lo que es potencialmente nutritivo o venenoso", concluye Adam Anderson, coautor del estudio que publica hoy la revista Science.





NO HAY RELACION ENTRE EL TAMAÑO DEL CEREBRO Y CI

El cerebro humano ha reducido su tamaño en los últimos 30.000 años. Concretamente, las últimas mediciones revelan que el volumen medio del cerebro del Homo sapiens en este periodo ha disminuido un 10%, es decir, de 1.500 a 1.359 centímetros cúbicos,el equivalente de una pelota de tenis. El fenómeno intriga a los antropólogos, que en su mayoría lo valoran como un efecto de la evolución hacia sociedades más complejas.
Según las últimas mediciones, la reducción del tamaño del cerebro se podría explicar en la medida en que cuanto más músculo, más materia gris hace falta para controlar un cuerpo. El hombre de Neandertal, desaparecido hace 30.000 años, era más corpulento y tenía un cerebro mayor. El hombre de Cromagnon, que hizo las pinturas rupestres de la gruta de Lascaux (Francia) 17.000 años atrás, era el Homo sapiensdotado del cerebro más grande, pero también era más fuerte que sus actuales descendientes. "Esos rasgos eran necesarios para sobrevivir en un entorno hostil", explica David Geary, profesor de psicología en la Universidad de Missouri y autor de varios trabajos sobre el desarrollo del cerebro humano a lo largo de la evolución.

Partiendo de esa constatación, este investigador ha estudiadola evolución del tamaño del cráneo entre hace 1,9 millones de años y 10.000 años, a medida que nuestros ancestros fueron viviendo en un entorno social más complejo. Geary parte del principio de que cuanto mayor es la concentración humana, más intercambios hay entre los grupos, mayor es la división del trabajo y más ricas y variadas son las interacciones entre los individuos. También ha constatado que el tamaño del cerebro disminuye cuando la densidad de población aumenta. "Con la emergencia de sociedades más complejas, el cerebro humano se ha empequeñecido porque los individuos ya no necesitan ser tan inteligentes para sobrevivir; los demás los ayudan", ha explicado a la agencia AFP.

Esta reducción del cerebro no significa que los hombres modernos tengan menos capacidades intelectuales que sus ancestros, sino que han desarrollado formas de inteligencia más sofisticadas, aclara Brian Hare, profesor adjunto de antropología en la Universidad Duke, en Carolina del Norte. Según él, existe un paralelismo similar entre los animales domesticados y los salvajes. Así, el perro-lobo tiene un cerebro más pequeño que el del lobo, pero es más inteligente y sofisticado, porque comprende los gestos de comunicación de los hombres. Lo que demuestra que "no hay correlación estrecha entre el tamaño del cerebro y el cociente intelectual", que se define sobre todo por la capacidad de inducir y crear, añade Hare. 



ZONA DEL CEREBRO QUE CONTROLA LA VERGÜENZA
Investigadores de la Universidad de California (Estados Unidos) han conseguido identificar la parte del cerebro que se pone en acción cuando sentimos vergüenza. Se trata de la corteza cingulada pregenual anterior, según han hecho público los autores en la reunión anual de la Academia Americana de Neurología que se celebra en Hawaii.

En un experimento se pidió a 79 pacientes afectados por enfermedades neurodegenerativas que cantaran la canción My girl(1964), del grupo Temptations, mientras se medían sus signos vitales y se les grababa en vídeo. Después hicieron que los sujetos se vieran a sí mismos actuando sin la música de fondo.

“En las personas sanas, verse a sí mismas cantando genera una fuerte reacción de vergüenza”, explica Virginia Sturm, coautora del estudio. Según Sturm, en estos casos la presión sanguínea sube, aumenta el ritmo del latido cardíaco y se altera la respiración. Sin embargo, las personas que tienen daños neurológicos en la corteza frontal responden con cierta indiferencia. De hecho, los investigadores comprobaron que a mayor deterioro del tejido de esta zona del cerebro, menor era la vergüenza que las personas sentían al escuchar su canción.

Conocer qué parte del cerebro es responsable de la capacidad de sentir vergüenza podría ayudar a diagnosticar precozmente las enfermedades neurodegenerativas, así como a desarrollar nuevos tratamientos.