Para mejores resultados, beba agua antes, durante y después de sus entrenamientos.
Una merienda ligera, para abastecer de combustible a su cuerpo, de alrededor de 150 a 200 calorías, es recomendable después de la actividad. Es ideal una combinación de proteínas y carbohidratos complejos. Las proteínas son esenciales para la reparación y construcción de músculos y los carbohidratos complejos ayudarán a reponer sus reservas de energía. Pruebe una manzana con queso, una rebanada de pan integral tostado con mantequilla de cacahuate, o una taza de yogur sin grasa. Estas combinaciones le ayudan a no comer demasiado y reponer energía.
A medida que su cuerpo se acostumbra a hacer ejercicio, usted va a experimentar una disminución en el apetito. De hecho, las investigaciones muestran que el ejercicio reduce el apetito por varias horas.
Por lo tanto debe mantener sus entrenamientos y decir adiós a los excesos de comida posteriores a sus ejercicios.
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