jueves, 1 de diciembre de 2011

Relationship now/after relaciones antes/después

Analizamos cómo ha cambiado la forma en la que los caballeros se ganan las atenciones de las damas. Y sí, nos duele todo lo que perdimos.
No sabemos si fue después de la revolución sexual que todos se alocaron y entonces las mujeres se volvieron independientes, hicieron valer sus opiniones, externaron su poder de decisión y empezaron a usar pantalones y pastillas anticonceptivas y algunos hombres interpretaron esto como una reacción feminista y altanera. Y entonces todo cambió.
Hoy nos preguntamos: ¿dónde quedó el romance?, ¿dónde el cortejo?, ¿dónde la forma en la que ellos tratan a la mujer que desean? Esto es lo que ha pasado con el tiempo (aunque parezcamos abuelita). 
Antes:  Los hombres le hablaban a las mujeres de usted. Ahora:  Les hablan de "guey".
Antes: El galán pasaba por ellas a su casa en carroza.
Ahora: El galán manda un taxi por ti, si bien te va. O aplican el "Nos vemos ahí, ¿no?". Incluso te avientan el "Vente para mi casa".
Antes: Enviaban cartas amorosas con una perfecta caligrafía.
Ahora: Mandan mensajes de texto con un vil "Q ondón?" (así, sólo con la "q"), hay quienes son más marros y lo que hacen es escribirte un wall post en tu perfil de Facebook.
Antes: Para demostrar cariño te daban un delicado beso en la mano mientras se levantaban el sombrero.
Ahora: Ni siquiera te han preguntado tu apellido cuando ya andan manoseándote.
Antes: Al final de la noche te acompañaban a tu casa y te dejaban en la puerta.
Ahora: Tú los tienes que llevar a su casa porque se les pasaron las copas y están en calidad de bultos.
¿Romance?
 
Antes: Te enamoraban con flores y chocolates.
Ahora: Te embriagan con shots y cócteles para que sueltes un poco de acción.
Antes: Se trataban de ganar el respeto de la suegra.
Ahora: Ni siquiera les interesa conocerla.
Antes: El matrimonio era una ceremonia sagrada para formalizar un amor eterno.
Ahora: Te casas con el pleno conocimiento de que puedes divorciarte cuando te des cuenta de que, al final, no funcionó.
Antes: Celebraban al amor e intercambiaban regalos en todo momento.
Ahora: Resulta que se enojan cuando decides hacer algo espontáneo y especial.
Antes: Las mujeres se vestían sutilmente para que los hombres con los que salían no las tacharan de "promiscuas".
Ahora: Si te vistes recatadamente eres mocha, si te vistes atrevida eres zorra. Pfft.
Antes: Te interrogaban para conocer todo de ti y poder impresionarte en las siguientes citas.
Ahora: Tendrás suerte si se acuerdan de tu apodo, y no te dicen tres nombres diferentes en una noche.
Señorita...
Antes: Te hacían cumplidos sobre tus ojos y la manera en la que reflejan la luz de las estrellas.
Ahora: Te echan un piropo vulgar sobre lo sabrosa que te ves cuando usas esos jeans embarraditos.
Antes: Conocías a tu pareja a través de tus papás o conocidos de tu círculo.
Ahora: Buscas pareja a través del Internet.
Antes: Te invitaban a fiestas formales donde todos bailaban vals.
Ahora: Te llevan a perrear un rato.
Antes: Sabían cuál era tu flor predilecta y te enviaban ramos a tu casa.
Ahora: Te preguntan cuál es tu chupe favorito y te retan para ver cuánto aguante tienes.
Antes: El hombre se levantaba de la mesa cuando tú lo hacías.
Ahora: Se queda sentado mientras le dices que vas al baño y se echa un comentario inapropiado sobre si te dio indigestión la comida.
Antes: Admiraban tu bella figura.
Ahora: Te escanean completita, siempre con miradas libidinosas (y mordida de labio incluida).
Antes: El hombre se ofrecía a pagar toda la cita.
Ahora: Se asume que cada quien pagará lo suyo o que la cuenta se dividirá a michas.
Antes: El hombre te pasaba al lado de la pared como gesto de protección.
Ahora: Andan como Pancho Villa (con dos "viejas" a la orilla) y no saben a cuál cederle ese lado.
No más paseos bajo el atardecer
  
Antes: Te cedían su asiento en el autobús.
Ahora: Se hacen los dormidos y, "si tienes suerte", el viejo del fondo te guiña el ojo y te invita a sentarte en sus piernas ("con todo respeto").
Antes: Nunca empezaban a comer antes que tú.
Ahora: Tu galán te roba comida de tu plato antes de que lo pruebes.
Antes: Te cedían el paso como acto de caballerosidad (y dicen que hasta ponían su saco en los charcos y todo).
Ahora: Te ceden el paso para verte las nalgas.
Antes: Insistían en invitarte salir hasta que por fin les decías que sí y se esforzaban en perfumarse, usar sus mejores trapos, comprarte flores, llevarte al mejor restaurante y hacer que te la pasaras perfecto.
Ahora: Si se te ocurre negarte (porque tenias un compromiso o estabas enferma), automáticamente dejan de buscarte porque qué flojera que te estás haciendo la difícil.
Antes:  Esperaban hasta el matrimonio para consumar la relación.
Ahora:  ¿Consumar la relación?, ¿qué es eso? ¿Matrimonio? No, qué horror.  

fuente : méxico

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