viernes, 7 de septiembre de 2012

MUSICA CIENTIFICAMENTE ESTIMULANTE

ESCUCHAR MUSICA MEJORA RENDIMIENTO DEPORTIVO



Tanto si te gusta la música clásica como si lo tuyo es el rock, el funky o el pop, escuchar tus canciones favoritas cuando practicas un deporte competitivo mejora tu rendimiento, según se desprende de un estudio presentado esta semana en la Conferencia Anual de la Sociedad Británica de Psicología por Alexandra Lamont y sus colegas de la Universidad de Keele.

De acuerdo con los investigadores, oyendo la música que nos gusta se reduce la sensación de esfuerzo durante el entrenamiento y en el momento de la competición. Además, cuando disfrutamos con la música aumenta la sensación de concentración, de “estar en la zona”. Los efectos positivos se comprobaron en partidos de fútbol y de baloncesto, así como en carreras de atletismo.

-*-

LA MÚSICA ALIVIA EL DOLOR AL DISTRAER FOCO


La distracción alivia el dolor, según se desprende de un nuevo estudio publicado en la revista The Journal of Pain. Sus autores, de la Universidad de Utah (EE UU), han demostrado que la música consigue alejar el foco cognitivo del estímulo doloroso, Trabajando con 143 sujetos, les pidieron que escucharan música, identificaran ciertos tonos, siguieran las melodías…

Simultáneamente les daban shocks con electrodos en la punta de los dedos. La investigación reveló que la activación central a partir del estímulo doloroso disminuía cuantas más tareas relacionadas con la música se les pedía hacer. Por lo tanto, la música aportó un entretenimiento intelectual y emocional que consiguió reducir la sensibilidad del dolor. El método es especialmente eficaz en personas ansiosas, afirman los investigadores.


-*-

MUSICA ES FELICIDAD TRISTEZA Y MIEDO SUS EMOCIONES

Independientemente de si se trata de una danza tribal africana o de un sentido solo de jazz tocado por un saxofonista, el lenguaje de la música transmite una serie de emociones comunes básicas que cualquier persona reconoce, incluso si es la primera vez que escucha determinado tipo de música, según demostraba hace poco un estudio encabezado por Thomas Fritz, del Instituto Max Planck (Alemania).

Concretamente, los investigadores trabajaron con miembros de la etnia mafá, de Camerún, a los que hicieron escuchar canciones occidentales de estilos totalmente desconocidos para ellos. Así fue como identificaron tres emociones comunes que la música consigue transmitir a cualquier individuo: felicidad, tristeza y miedo. “Hemos demostrado que el lenguaje de la música es universal, como lo es el reconocimiento de las expresiones faciales humanas”, concluían Fritz y sus colegas en la revista Current Biology.


-*-

MUSICA DE CENTRO COMERCIAL INDUCE A COMPRAR RAPIDO Y MAS

Adrian North, de la Universidad de Leicester (Reino Unido), ha llegado a la conclusión de que la música nos influye cuando vamos de compras. En un estudio publicado en la revista científica Nature, North reveló que las piezas musicales de ritmo rápido conducen a los clientes a caminar más rápido, mientras que las piezas lentas incitan al consumidor a caminar despacio y a detenerse más a observar los productos. 

En otro experimento, North demostró que el origen de la música que suena en una tienda puede condicionar también al cliente. Así por ejemplo, North y sus colegas comprobaron que si en una tienda de vino se reproducía música francesa como hilo musical, el 77% del vino vendido durante el día era francés. Cuando se escuchaba música alemana, sin embargo, el 73% del vino vendido durante la jornada era de origen alemán.


-*-

CANCION DE VERANO PEGAJOSA Y SIN FONDO ORIGEN ITALIA

Letra insustancial, ritmo pegadizo, estribillo facilón y baile machacón. Éste es el perfil discográfico de una canción candidata a convertirse en la canción del verano. La cuna de este fenómeno musical fue Italia, donde en 1960 se puso en marcha el concurso Un disco para el verano. En él se elegía por votación la que sería la canción veraniega. Esta fórmula se exportó a Francia y España, países en los que cuajó debido a múltiples factores, como el boom turístico, la llegada de la televisión y la aparición de las listas de éxitos discográficos en las emisoras de radio.

Según la fallecida estrella radiofónica Joaquín Luqui, el primer éxito musical veraniego lo protagonizó en 1966 el cantante y compositor Luis Aguilé con su tema Juanita Banana. Pero sin duda alguna, el gran maestro de la canción del verano es Georgie Dann.

-*-

MUSICA COOL : TRANQUILO RELAJADO Y MELODICO

A comienzos de la década de los 50 surgió un nuevo estilo de jazz que tuvo como precursor al músico Miles Davis. En 1949 había publicado un disco con el título Birth of the cool. Esta música suponía un cambio de estilo con respecto al Bop, más disonante, y que daba una gran relevancia a la batería. El cool era tranquilo, relajado y melódico, y las estructuras armónicas de las composiciones resultaban ser más complejas. No se puede asociar este estilo a ritmos fríos, sino a una música provista de swing y soul, que dio mucha importancia a los arreglos. Aunque las primeras grabaciones se hicieron en Nueva York, muchos de los intérpretes trabajaron en Los Ángeles y San Francisco, es decir, en la costa oeste de EE UU. A esta variante del cool se le llamó West Coast Jazz.

-*-

LA MUSICA Y SUS VIRTUDES EN EL CUERPO Y EN VIDA DIARIA

1. Mejora el vocabulario. De acuerdo con una reciente revisión publicada en la revista Nature Reviews Neuroscience por Nina Kraus, de la Universidad Northwester (EE UU), durante el entrenamiento musical para tocar un instrumento se establecen conexiones neuronales que mejoran también otros aspectos de la comunicación humana. De ahí que los niños con formación musical tengan un mejor vocabulario y capacidad de lectura. También explica por qué los músicos son capaces de escuchar mejor una conversación cuando hay ruido de fondo que el común de los mortales. 

2. ¿Música de fondo? Tanto si reproducimos una canción de Lady Gaga como si optamos por un disco de música clásica, escuchar música mientras desarrollamos una tarea cognitiva -como estudiar o redactar un informe- reduce el rendimiento, según un artículo publicado hace poco en Applied Cognitive Psychology. Lo mejor en estos casos, dicen sus autores, es el silencio.

3. Ritmo para hacer deporte. Científicos de la Universidad de Brunel demostraron en 2008 que escuchar cierto tipo de música, fundamentalmente de los géneros rock y pop, podemos aumentar nuestra resistencia al ejercicio físico intenso hasta un 15%. El estudio fue publicado en la revista Journal of Sport & Exercise Psychology.

4. La música, por la izquierda. Según un estudio realizado hace unos años en las universidades de California y Arizona (EE UU) y publicado en Science, el oído derecho recoge mejor los sonidos del habla, mientras que el izquierdo, responde mejor a la música. "Incluso al nacer, el oído está estructurado para distinguir entre los diferentes tipos de sonidos y enviarlo al lugar correcto en el cerebro", concluía una de las autoras del estudio, Barbara Cone-Wesson.

5. Música y alcohol. La música alta en los bares incita a beber más alcohol en menos tiempo, según una investigación francesa difundida en 2008 por la revista Alcoholism: Clinical & Experimental Research. Además, cuanto más alto es el volumen de la música más rápido se consume la bebida.

6. Buena para la circulación. Científicos del Centro Médico de la Universidad de Maryland han demostrado que escuchar música puede beneficiar al sistema cardiovascular tanto como hacer ejercicio o tomar ciertos medicamentos. Concretamente, analizando la respuesta de los vasos sanguíneos con ultrasonidos mientras escuchamos música, Michael Miller y sus colegas comprobaron que el diámetro de los vasos, medido en la parte alta del brazo, aumenta un 26% con nuestra música favorita. En contraste, la música que calificamos como estresante hace que los vasos se contraigan un 6%. Los experimentos mostraron también que escuchando canciones que invitan a reír los vasos sanguíneos se dilatan un 19%, mientras que la música relajante produce una expansión del 11%. 

7. Con los ojos cerrados. Estudiando los cerebros de 15 sujetos con ayuda de resonancia magnética funcional, Yulia Lerner, de la Universidad de Tel Aviv, demostró el año pasado que cerrar los ojos aumenta el efecto emocional que nos produce la músca. Concretamente la doctora Lerner utilizó música de miedo del estilo de la empleada por Alfred Hitchcock en sus películas.Y comprobó así que la actividad de la amígdala, una zona del cerebro vinculada a la sensación de miedo, aumentaba mucho más con los ojos cerrados que si se mantenían abiertos. 

-*-

MUSICA ALTA PRODUCE ENDORFINAS

Acudir a un festival de rock, o simplemente subir al máximo el volumen del equipo de música mientras escuchamos nuestra canción favorita, puede ser bueno para el cerebro. Tal y como han demostrado Neil Todd y sus colegas de la Universidad de Manchester (Reino Unido), cuando escuchamos música a más de 90 decibelios –una frecuencia similar a la que produce el tráfico denso de camiones-, una zona del oído interno conocida como sacculus estimula al cerebro para que libere endorfinas que nos hacen sentir placer. Cuando varias personas se reúnen para cantar, ya sea en un coro o entonando el himno de nuestro equipo antes de un evento deportivo, este órgano también reacciona, asegura Todd.

Este mecanismo de generación de placer por vía auditiva tiene millones de años, se originó en los peces y se ha mantenido en la cadena evolutiva hasta llegar de forma vestigial a los seres humanos.
 

-*-

MUSICA ESTILO Y PERSONALIDAD

Los psicólogos Peter J. Rentfrow y Samuel D. Gosling, de la Universidad de Texas han demostrado científicamente que las preferencias musicales de cada individuo definen su personalidad. Hace unos años idearon el “Test Corto de las Preferencias Musicales” (STOMP, por sus siglas inglesas) y sometieron a varios centenares de jóvenes a sus preguntas. 

Según se deduce de sus resultados, publicados en la revista Journal of Personality and Social Psychology, si usted es amante del blues o del jazz probablemente será una persona lista, imaginativa, tolerante y liberal, además de abierta a nuevas experiencias. Los consumidores de heavy metal coinciden en su elevada inteligencia, pero son además especialmente curiosos, atléticos y habituales “cabecillas” sociales. Extroversión, locuacidad, energía y una elevada autoestima son los rasgos que predominan entre los fans del hip-hop y el funky. Y quienes escuchan las canciones de la popular Madonna, o la banda sonora de Bailando con Lobos, suelen ser sujetos conservadores, adinerados, felices, agradables y, con frecuencia, emocionalmente inestables.


-*-

BALADA ROMANTICA AYUDA A CITAS Y COMPRAS EN FLORERIAS
Si estás intentando concertar una cita pero tu pareja se resiste, prueba a usar la música. Un estudio francés publicado hace unos meses en la revista Psychology of Music revelaba que las baladas de amor predisponen a las mujeres a aceptar una cita.

Para demostrarlo, Nicolas Guéguen y Jacob Céline, de la Universidad de Bretagne-Sud, junto con Lubomir Lamy, de la Universidad de Paris-Sud, pusieron a prueba el poder de escuchar canciones románticas en 87 mujeres solteras de 18 a 20 años de edad. Los resultados demostraron que si escuchaban música de fondo romántica antes de encontrarse con un joven atractivo que les pedía el número de teléfono para tener una cita, las voluntarias se mostraban más predispuestas a responder afirmativamente (52%) que si escuchaban una canción “neutral” (28%).

Guéguen y Jacob ya habían demostrado con anterioridad que utilizar canciones románticas como música de fondo en una floristería hace que la clientela masculina gaste más dinero. 

-*-

No hay comentarios:

Publicar un comentario