Los rumores siguen la misma lógica que una epidemia.
La receta que propone Ramón-Cortés, autor de Virus, para acabar con la rumorología es aplicable y eficaz en empresas o grupos reducidos. Aplicada a diario, para ser efectiva requiere:
1.- Capacidad para calibrar la veracidad de la información, según quién la propaga, y descubrir los portadores de virus.
2.- Relaciones interpersonales y perspicacia para conocer los vínculos que existen.
3.- Conocimiento de los canales de comunicación y astucia para participar en ellos.
4.- Transparencia. Lo que no se dice da pie a las habladurías.
5.- Claridad. Cuando hay una información que difundir, evitar versiones a la medida de cada interlocutor.
6.- Rapidez. Caminar detrás del rumor supone dejar escapar muchas opciones.
7.- Valor para dar con igual celeridad las buenas y las malas noticias.
8.- Integridad. Es decir, congruencia entre lo que decimos y lo que nos ven hacer.
Remedio de emergencia
Y en caso del que rumor ya esté propagado, aquí lo que hay que hacer:
1.- Ser más rápidos que el infundio: comunicar con datos objetivos, contrarrestando la mentira con celeridad.
2.- Buscar personas de confianza que formen diques de contención y rompan las cadenas del contagio.
3.- Luchar contra la gente de la organización que, por desmotivación, miedo o por puro deporte, se dedican a propagar rumores.
1.- Capacidad para calibrar la veracidad de la información, según quién la propaga, y descubrir los portadores de virus.
2.- Relaciones interpersonales y perspicacia para conocer los vínculos que existen.
3.- Conocimiento de los canales de comunicación y astucia para participar en ellos.
4.- Transparencia. Lo que no se dice da pie a las habladurías.
5.- Claridad. Cuando hay una información que difundir, evitar versiones a la medida de cada interlocutor.
6.- Rapidez. Caminar detrás del rumor supone dejar escapar muchas opciones.
7.- Valor para dar con igual celeridad las buenas y las malas noticias.
8.- Integridad. Es decir, congruencia entre lo que decimos y lo que nos ven hacer.
Remedio de emergencia
Y en caso del que rumor ya esté propagado, aquí lo que hay que hacer:
1.- Ser más rápidos que el infundio: comunicar con datos objetivos, contrarrestando la mentira con celeridad.
2.- Buscar personas de confianza que formen diques de contención y rompan las cadenas del contagio.
3.- Luchar contra la gente de la organización que, por desmotivación, miedo o por puro deporte, se dedican a propagar rumores.
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