fases de excitación femenina

Excitación
Se produce la lubricación vaginal que corresponde a la erección en el hombre. En las paredes de la vagina aparece una secreción lubricante que aumentará a medida que la excitación vaya progresando y que facilitará la introducción del pene.

El clítoris se llena de sangre y aumenta el tamaño. El útero se eleva y los labios mayores experimentan un aplanamiento, se separan del orificio vaginal. Los senos aumentan de tamaño, hay erección en los pezones y las areolas se hacen prominentes.



Meseta
El clítoris se retrae detrás de su capuchón, la vagina continua expandiéndose en el fondo, pero en el primer tercio externo las paredes se engrosan y estrechan para ejercer una mayor presión sobre el pene. Los labios menores adquieren un color rojo intenso que indica que el orgasmo llegará pronto.



Orgasmo
El orgasmo femenino manifiesta más variaciones que el masculino, tanto en duración como en intensidad. Se muestra por unas contracciones (de 5 a 8 con unos intervalos de 0,8 segundos) en el tercio vaginal. El útero acaba de elevarse dentro de la pelvis y experimenta encogimientos. En contraposición del hombre, la mujer puede alcanzar otro orgasmo sin pasar por el periodo refractario (de reposo).



Resolución
El clítoris vuelve a su posición unos 10 segundos después del orgasmo y de forma más lenta desaparece el aumento de tamaño. El útero desciende y la vagina vuelve a su color habitual. Los labios mayores retoman su posición normal con rapidez si la mujer ha llegado al orgasmo, de lo contrario quedan hichados y separados durante un periodo de tiempo variables. Los senos recuperan su estado normal.



Respuesta extragenital
La piel adquiere un aspecto parecido a la del sarampión (rubor sexual). El ritmo cardiaco y la presión sanguínea aumentan al inicio de la excitación, alcanzan su punto máximo con el orgasmo y vuelven a la normalidad en la fase de resolución. Debido a la intensa actividad física aparece una capa de sudor.