Si es entre sexos opuestos nos sonrojamos más, por muy neutral que sea el encuentro.
Que se te caiga el café durante una junta, trabarte mientras expones frente a un grupo o cuando una persona que te encanta te invita a salir, son momentos que te hacen sonrojar de inmediato y sin control, pero un nuevo estudio revela que aún el contacto más cotidiano puede incrementar la temperatura de tu cuerpo.
Investigadores de la Escuela de Psicología de la Universidad de St. Andrews de Inglaterra utilizaron imágenes termales para medir la temperatura de 23 mujeres mientras se les preguntaban preguntas neutrales acerca de sus datos generales como nombre, edad, dónde vivían, entre otras.
Todas registraron un aumento en la temperatura de su cuerpo en 0.1 grados centígrados, pero cuando el sujeto que las entrevistaba les tocaba el rostro o el pecho con un termómetro, el calor subía hasta 0.4 grados.
Además los científicos encontraron que la temperatura subía más si quien las entrevistaba era un hombre, por lo que si una persona interactúa con alguien del sexo opuesto su calor corporal aumenta por muy neutral que sea el encuentro.
Este es el primer estudio que muestra que nos podemos sonrojar aún cuando no experimentemos emociones fuertes, como miedo, estrés o alegría mientras interactuamos con otras personas.
El hallazgo aporta más datos sobre la conducta humana y podría ayudar a mejorar los detectores de mentiras.
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