martes, 5 de junio de 2012

EXAMENES COMO RESOLVERLOS MEJOR

Beber agua durante un examen puede mejorar notablemente los resultados obtenidos, según se desprende de un estudio de las universidades de East London y Westminster, en Reino Unido. Sus autores comprobaron que los estudiantes universitarios que alcanzaban cursos superiores eran mucho más propensos a llevar una botella de agua a un examen que los estudiantes de primer año, o que aquellos que no superaban los primeros cursos. Después demostraron, a través de una serie de experimentos, que la relación no era casual: los alumnos que bebían y se hidrataban durante la prueba eran también los que obtenían mejores notas. Los investigadores atribuyenesta relación a que, por un lado, el agua tiene un efecto fisiológico sobre el cerebro que mejora la capacidad de razonamiento. Pero, además, beber durante una prueba de conocimiento alivia la ansiedad, que tiene un efecto negativo sobre la nota final. “En cualquier caso, los estudiantes deberían permanecer hidratados con agua en los exámenes”, concluyen Chris Pawson y sus colegas, que animan a los profesores a transmitirlo a sus alumnos.

-*-
SI ESTUDIAS ENVEJECES MENOS


Un estudio genético revela que las personas con menos cualificación académica envejecen más rápido. La clave está en los telómeros que cubren el extremo de los cromosomas de su ADN, que son más cortos en las personas con menor nivel de estudios, un signo inequívoco de envejecimiento prematuro.

La investigación, cofinanciada por la Fundación Británica del Corazón y el Consejo de Investigaciones Médicas (MRC) de Reino Unido, se basa en 450 hombres y mujeres de 53 a 76 años de edad. Tras descartar otros factores como la edad, el género, el colesterol o el tabaco, observaron que niveles bajos de educación estaban ligados a telómeros más cortos. Sin embargo, los ingresos económicos no afectaban al envejecimiento celular, ni tampoco el tipo de empleo.

Los investigadores, que han dado a conocer sus conclusiones en la revista Brain, Behavior, and Immunity, aseguran que el envejecimiento no es una consecuencia de las circunstancias económicas durante la vida adulta ni del estatus social, sino que depende de factores de las primeras décadas de nuestra vida con efectos a largo plazo, como la educación. También sugieren que es posible que se deba a que las personas con estudios superiores están mejor preparadas para resolver problemas y enfrentarse al estrés.
-*-
ANSIEDAD MATEMATICA , NORMAL

Si intentar resolver un problema matemático te provoca tensión, preocupación, inquietud, irritabilidad, impaciencia, confusión, miedo y bloqueo mental, no hay duda de que eres víctima de la “ansiedad matemática” o miedo extremo a esta asignatura. 

Este mal es bastante común, según revela un nuevo estudio realizado por expertos en Didáctica de la Matemática y Psicología Evolutiva de la Universidad de Granada publicado en la revista Investigación en Educación Matemática. Tras aplicar a 885 estudiantes de primer curso la Escala de Ansiedad Matemática de Fennema-Sherman, un cuestionario validado por expertos de todo el mundo que se utiliza desde los años 70, los investigadores han llegado a la conclusión de que 6 de cada 10 estudiantes universitarios sufre ansiedad matemática. Ésta podría definirse como “el pánico, indefensión, parálisis y desorganización mental que surge cuando a un sujeto se le exige resolver un problema matemático”.

Según concluyen los investigadores, un efecto indirecto de este tipo de ansiedad es que pueden condicionar negativamente el tipo de carrera que eligen los estudiantes españoles. Dicho de otro modo, muchos universitarios eligen carreras distintas a las que realmente querrían para evitar cursar asignaturas relacionadas con las matemáticas.

-*-
EXAMENES : ESCRIBIR TEMORES ANTES DE LA PRUEBA MEJORA

Los estudiantes podrían combatir la ansiedad previa a un examen y obtener mejores notas si escriben sus preocupaciones unos minutos antes de iniciar la prueba, según un estudio de la Universidad de Chicago (EE UU).

Los investigadores, liderados por el psicólogo Sian Beilock, demostraron a través de una serie de experimentos con estudiantes de diferentes edades que si éstos plasmaban por escrito sus temores antes de realizar un examen, reducían su ansiedad y dejan "libre" toda la capacidad de su cerebro para abordar la prueba con éxito, obteniendo puntuaciones mucho mejores que quienes no lo hacían. Según Beilock, las situaciones de presión merman una función de nuestro cerebro llamada memoria de trabajo, que es crítica en muchas tareas cotidianas ya que permite recuperar información relevante para la tarea que tenemos entre manos. 

“A pesar de que las personas suelen estar motivadas para dar lo mejor de su mismas, las situaciones cargadas de presión, como exámenes o presentaciones importantes, hacen que estas personas se desenvuelvan por debajo de sus capacidades”, puntualiza el investigador, que ha publicado sus resultados en el último número de la revista Science. Con el método que Beilock y su equipo han puesto a prueba, “los estudiantes que tienden a sentir ansiedad durante los exámenes son capaces de sobreponerse a sus temores, por ejemplo las consecuencias de hacerlo mal, y sacar a flote todo su potencial”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario